LA
SEGUNDA MITAD DEL XX . -
Terminamos hoy esta serie dedicada al
Bicentenario de José Zorrilla. En esta quinta parte veremos el uso de sus
poemas en la segunda mitad del siglo XX (y principios del XXI) por músicos,
cantantes y grupos musicales de muy diversa índole.
El
primero del que vamos a hablar es del compositor argentino Waldo de los Ríos (Osvaldo Nicolás Ferraro Gutiérrez: Buenos Aires,
Argentina, 1934 - Madrid, 1977). Estudió composición en el Conservatorio
Nacional de la Música de Buenos Aires. En 1958 (con 23 años) se trasladó a
Estados Unidos y en 1962 a España. Aquí trabajo como autor de bandas sonoras
para películas y arreglista de canciones para las casas discográficas. En 1976
comenzó a trabajar en una obra musical sobre Don Juan Tenorio, poniéndole música
a mueve canciones con textos de Zorrilla. Estas ocho canciones de la obra
musical las registró en la SGAE (Código SGAE: 3.712.556; Código ISWC:
T-041.482.357-6) y son las siguientes:
1. Ángel de amor.
2. Aquí es patrón que se ofrece.
3. Cual gritan esos malditos.
4. Dios mío cuanto he soñado.
5. El rap de don Juan.
6. No se mas por compasión.
7. Que noche válgame Dios.
8. Tarantella de don Juan Butarelli.
La
primera de ellas, “Ángel de amor” (la famosa escena del sofá), con el título “Melódico
de Don Juan a Doña Inés”, podemos escucharla en el CD “Waldo de los Ríos. Música
de cine”, disco editado en Argentina en 2007 para conmemorar el 30 aniversario
de la muerte del compositor (está en el corte 8). Se trata de una grabación
casera (una maqueta) que en 1976 le dejó grabada a su esposa, en la que explica
el tema y en donde se nota la poca calidad de la grabación, pero que sin duda es
un documento histórico-musical de gran valor. La obra no pudo estrenarse pues,
víctima de una depresión aguda, se suicidó en Madrid el 28 de marzo de 1977 (antes
de cumplir los 43 años), tras dispararse con una escopeta.
ÁNGEL DE AMOR
En 1980, el cantante llamado Manzanita (José Manuel Ortega Heredia: Madrid,
1956 - Alhaurín de la Torre, Málaga, 2004), también le canta a Zorrilla. Nació en un ambiente flamenco: a
los nueve años tocaba la guitarra en tablaos, y a los once acompañaba en las
giras a Enrique Morente, de quien tomó el gusto por los poetas y la literatura.
En muchos de sus LP le puso música a poemas de Lorca, Lope de Vega, Bécquer,
Sor Juana Inés d la Cruz, Góngora y Zorrilla. De éste, en su segundo disco, con
nombre becqueriano: “Espíritu sin nombre” (CBS 1980), le puso
música y cantó el tema “Romance árabe”, en el corte B5 (Código SGAE: 202.639; Código
ISWC: T-041.061.409-3), con un estilo personal con matices de rumba flamenca. Murió
a los 48 años, víctima de un paro cardíaco.
El
texto de la canción está extraído del poema “Oriental”, que apareció en el
libro “Poesías de Don José Zorrilla. Tomo I” (Madrid, imprenta de I. Sancha, 1837);
p. 62-64. Utiliza las estrofas 1, 2, 3, 9, 12 y 13 de este poema de 19 estrofas
de cuatro versos (versos 1-12; y 33-40; 20 versos de 64). Además las palabras
“mujer” y cristiana” del poema, son sustituidas por la palabra “gitana”.
ORIENTAL
Ese
mismo año, otro cantante graba este tema. Se trata del cantante Zíngaro (Antonio Barrull Salazar: La
Coruña, 1949), que en su segundo LP, llamado “Sones de llanto y fuego” (CBS, 1980),
graba la versión de Manzanita en el corte B1, editándolo también en un disco
single.
ORIENTAL
En la década de los 90, el grupo de folk
de Valladolid "Candeal", creado en los 70, y cuyos actuales componentes son: Félix Pérez
Alonso, Alfonso Gato León, Nicolás Falagán, Toño Campomanes y Toño Ortega Fernández,
editan su CD “Campo grande” (Several Records, 1996). Allí graban dos temas con letra de
nuestro poeta.
La primera es “Tarde de otoño” (corte 6), con música del
folclorista Joaquín Díaz González
(Zamora, 1947). El poema también se encuentra en el libro “Poesías de Don José
Zorrilla. Tomo I” (Madrid, imprenta de I. Sancha, 1837); p. 85-88.
La otra es “Conclusión” (corte 9), con música
de Antonio Ortega Fernández y Félix Pérez Alonso (dos de los componentes del
grupo). El poema está en el libro “Poesías de Don José Zorrilla. Tomo VI”
(Madrid, imprenta de Yenes, 1839); p. 167-175.
EL
SIGGLO XXI.-
En 2011 la cantante catalana Tati Cervià y el grupo de música
sefardí que fusionan los ritmos tradicionales con el jazz, llamado “Sepharazz Mishpaha”, y formado por: Luis
González (piano); Toni Pujol (contrabajo) y César Martínez (batería), editan el
CD “Kantikas de la kukuvaya” (Terranegra, 2011). En él ponen música a un poema
de Zorrilla. Se trata del tema “Corriendo van por la vega. Romance, norte de
África” (está en el corte 6). Como se ve, es el poema “Oriental”, del libro
“Poesías de Don José Zorrilla. Tomo I” (Madrid, imprenta de I. Sancha, 1837);
p. 62-64.
Y por último decir que en el Teatro de la
Luz Philips Gran Vía de Madrid (Calle Gran Vía, 66), se ha venido representando desde
el 6 de octubre hasta el 23 de diciembre de 2016 la obra “Don Juan. Un musical
a sangre y fuego”.
Por
primera vez, la obra original de José Zorrilla “Don Juan Tenorio. Drama
religioso-fantástico en dos partes” (Madrid, Imprenta de Ripullés, marzo de
1844), se ha convertido en un musical al estilo de Broadway, conservando el texto original.
El mexicano Antonio Calvo es el autor de las partituras que ha seguido
fielmente el texto de Zorrilla. El español Ignacio García se ocupó de la puesta
en escena, con la sucesión de secuencias también fiel al texto original. En
España ha sido el estreno mundial como teatro musical, y detrás hay más de 20
años de trabajo intenso por parte del compositor Antonio Calvo y su equipo de
producción capitaneado por Alejandro García.
Los actores/cantantes fueron: Toni
Bernetti (don Juan Tenorio); Estíbaliz Martyn (doña Inés); Gonzalo Montes (comendador);
Patricia Clark (Brígida); David Velardo (don Luis Mejía); Nacho Bergareche (don
Diego); Gonzalo Larrazábal (Marcos Ciutti); Ricardo Vergara (mesonero Butarelli);
Carlos M. Salgado (capitán Centellas) y Héctor Otones (Avellaneda).
Y el equipo de producción estuvo formado
por: Ignacio García (dirección); Tino Sánchez (dirección escénica y coreografía);
Julio Awad (dirección musical); Antonio Calvo y Rafael Perrín (música);
Alejandro García (productor) y Enrique Espinosa (director de
producción)
ÁNGEL DE AMOR
Reproducimos una crítica (sin firma) aparecida
en los medios de comunicación por esas fechas:
“Don Juan, un musical a sangre y fuego” es
un proyecto que lleva 27 años preparándose, gracias al empeño del compositor
Antonio Calvo y al apoyo del productor Alejandro García, pieza clave en los
festivales de cine más importantes de México, como el Baja Film Festival y
Morbido Fest. Toda esta dedicación merece nuestra atención. Por ello, antes de
escribir nuestra opinión, hemos ido a verla varias veces, y hemos leído en
varias ocasiones lo que opinan sus fans y sus detractores.
Convertir “Don Juan Tenorio” en un musical
es todo un reto. Una aventura. Un texto tan leído, visto y escuchado, que los
españoles sienten como suyo. Siendo así, había que dotar al espectáculo de los
mejores elementos artísticos y técnicos. Para ofrecer al público un espectáculo
elaborado, sólido y divertido. No olvidemos que el teatro, además de encerrar
crítica, historia y cultura, debe ir envuelto por el ingrediente distintivo:
Entretenimiento. Pero este Don Juan, a pesar de su despliegue de medios, no
siempre lo consigue.
Los personajes principales, Don Juan y
Doña Inés, interpretados por Toni Bernetti y Estíbaliz Martyn, están…
correctos. Buenas voces y buena puesta en escena. Pero … ¿Cómo creer a dos
enamorados, que apenas se miran? Falta complicidad entre ellos. No hablamos de
química, que la tienen, sino de hacernos creer que estamos ante una de las
historias de amor más grandes de todos los tiempos. Afortunadamente, el resto
del elenco está absolutamente sensacional. La voz y la composición de personaje
Don Luis Mejía, de David Velardo, son un regalo. Gonzalo Montes sobresale en su
papel de Comendador. Pero el ingenio y la picardía de Patricia Clark brillan
cada vez que aparece Brígida. El director Ignacio García consigue con el elenco
secundario lo que no acierta con los protagonistas principales. Así como lo
consigue Tino Sánchez con sus atrevidas coreografías. Todos. Absolutamente
todos los asistentes, queríamos una máscara y formar parte de ese magnífico
carnaval, al inicio de la obra.
Fascinante es también la labor
escenográfica del equipo de Miguel Brayda. El decorado, cambia más de 20 veces,
al margen de estar en constante movimiento, para recrear diferentes ambientes.
14 salidas diferentes para los actores. 7 entradas a nivel de escenario y otras
7 en la parte superior del decorado, sin incluir las entradas y salidas por el
patio de butacas. Técnicamente, ha habido muy pocas producciones españolas a
ese nivel. La programación de iluminación es brillante, envolvente, perfecta.
Incapaces de diferenciar entre actores reales y hologramas digitales. Sin
contar la perfección técnica de los momentos en los que levita Doña Inés.
Además, el director de orquesta sigue la obra a través de una gran pantalla
bajo el escenario, en la que, gracias a los infrarrojos de una cámara, puede
ver lo que pasa en escena incluso cuando ésta está en total oscuridad.
Otro sobresaliente para el musical Don
Juan es el vestuario, obra de Lluis Juste de Nin y la diseñadora Eloise Kazan.
Han conseguido la atemporalidad: Un vestuario que podría utilizarse hoy y en
aquella época, sin que nadie se extrañara. Una mezcla de diseños y materiales,
de cuero y cremalleras, de botas y hebillas, que te permiten imaginar que estás
en aquella época, y saber que sigues en pleno siglo XXI. Uso muy definido para
los colores (Rojo pasión para Don Juan, Blanco inmaculado para Doña Inés, verde
esperanza para Don Luis Mejía…). Bravo.
Pero no todo son virtudes. El responsable
de sonido del Teatro de la Luz Philips lleva tiempo ausente. Ya hemos comentado
en otras ocasiones que en este teatro duelen los tímpanos a menudo. Que no es
necesario reventar los oídos al público. Que muchas veces, menos, es más. Y que
es necesario realizar un equilibrio entre música, voces y efectos de sonido.
Hay que realizar un esfuerzo titánico para entender lo que dicen los
personajes. Y si, además, el texto es recitado en verso, con expresiones de
castellano antiguo, y además cantado, entonces, es im-pres-cin-di-ble realizar
una labor mucho más exhaustiva en la mezcla final de sonido. Todas las personas
con las que hemos comentado este aspecto han respondido lo mismo: No se
entiende.
Otro de los puntos delicados del musical
es la música, sorprendentemente. La labor musical de Antonio Calvo y Julio Awad
tiene momentos geniales, pero un tanto irregulares. Es extraño escuchar a Don
Juan Tenorio cantar jazz, pop u otros géneros musicales contemporáneos. La
música esta vez no consigue esta vez la atemporalidad que sí consiguió el
vestuario. Además, al ser cantada toda la obra, carecen de criterio unificado
esos cambios de estilo tan marcados. Tal vez, si no fuera cantada toda la obra,
y combinara música con diálogos hablados, se hubiese entendido mejor el texto,
habría mejor cabida para discretos cambios de estilo musical, y habría mejorado
el resultado final.
En cualquier caso, "Don Juan, un
musical a sangre y fuego" es un espectáculo que tienes que ver. El trabajo
de años de un equipo de profesionales de dedicados acercar una de nuestras
obras clásicas a nuestro público más joven. Una versión respetuosa con la obra
de José Zorrilla, al que apenas se mete la tijera, y permita contar la historia
adecuadamente sin perder su esencia.
FIN DE LA SERIE
FIN DE LA SERIE
DISCOGRAFÍA.
-
WALDO DE LOS RÍOS: Música de cine. 1977-2007.
30 aniversario, CD (Melopea Discos CDMSE 5164, 2007). Editado en Argentina.
MANZANITA: Espíritu sin nombre, LP (CBS S
84392, 1980).
ZÍNGARO: Sones de llanto y fuego, LP (CBS
S 84932, 1980).
---. No te voy a perdonar / Romance árabe,
SP (CBS A-1096, 1980).
CANDEAL:
Campo grande, CD (Several Records SCD-640, 1996); MC (Several Records SC.640,
1996).
TATI CERVIÁ: Kantikas de la kukuvaya, CD
(Terranegra TRNG004CD, 2011)