jueves, 7 de noviembre de 2019

POEMAS DE ANTONIO MACHADO PUESTOS EN MÚSICA, EN VIDA DEL POETA


No sabemos lo que pensaría el poeta y profesor Antonio Machado Ruiz (Sevilla, 1875 - Colliure, Pirineos Orientales, Francia, 1939) sobre ponerle música a sus poemas y oír sus letras cantadas, en boca de cantantes de variados estilos y tendencias musicales. Pero lo cierto es que, en vida del poeta, no fueron pocos, incluso de otros países, los que se interesaron por su poesía para ponerles una melodía para ser cantados.

A diferencia de sus hermanos Francisco, que compuso letras de canciones para ser puestas en música, y de Manuel, que colaboró también con músicos para componerles algunas canciones, solo conocemos la amistad de Antonio con el músico y sacerdote Enrique Villalba, que parece ser que le compuso un poema expresamente para ser puesto en música. Hoy vamos a hacer una aproximación sobre este tema.   


Resulta curioso, y si otros investigadores del tema no lo corrigen, que los primeros poemas musicados de Antonio Machado se crean en Argentina en 1918, por un uruguayo de ascendencia española. En este año, el compositor, guitarrista y docente Carlos Pedrell (Minas, Lavalleja, Uruguay, 1878 - Montrouge, Francia, 1941), que estudió armonía en Montevideo antes de irse a finales del siglo, a vivir a España para estudiar con su tío, el musicólogo y compositor Felipe Pedrell Sabaté​ (Tortosa, Tarragona, 1841 - Barcelona, 1922).

Seguramente conoció y compró en Barcelona la edición de Soledades (Madrid, imprenta A. Álvarez, 1903). De allí pasó a París, para trabajar en el Schola Cantorum, bajo las órdenes de Vincent d'Indy, donde completó su formación musical. Regresó de nuevo a Sudamérica, radicándose en Argentina en 1906, donde dio clases en la Universidad Nacional de Tucumán y luego se traslada a Buenos Aires, trabajando de inspector de escuelas. Es allí donde, en 1918, se presenta al concurso de composiciones musicales organizado por la Asociación Wagneriana de Buenos Aires (institución musical creada en 1912 en la capital argentina para el fomento de la música clásica), y gana el premio con un cuaderno de partituras llamado “De Castilla. Poemas de Antonio Machado para canto y piano”. El premio consistía en su publicación por la editorial musical Adolfo Breyer. 

Se trata de un ciclo de seis composiciones sobre poemas del libro Soledades, excepto la quinta canción, que es de Campos de Castilla (1912). Dado que cuando se publica este libro en Madrid, Carlos Pedrell se encuentra en Buenos Aires, es probable que, este libro o las Poesías completas (publicado por Imp. de Fortane y Publicaciones de la Residencia de Estudiantes. Serie IV. Vol. 7) editado en Madrid en 1917 (un año antes de las composiciones), se lo enviaran o lo solicitara desde alguna librería de allí, dado el interés que ya tenía por el poeta por la lectura de su anterior libro (también había salido publicado en 1907, un año después de su regreso a América, una segunda edición ampliada de su primer libro, titulado Soledades. Galerías. Otros poemas).

Los poemas son: (las páginas mencionadas corresponden a la última edición de las Poesías Completas de Antonio Machado. Madrid: Espasa Calpe, 2007).

1. Yo voy soñando caminos. Poema XI; aparecido en Soledades (p. 89)
2. Daba el reloj las doce. Poema XXI; de la sección “Del camino”, de Soledades (p. 97)
3. Amada, el aura dice. Poema XII; de Soledades (p. 90)
4. Hoy buscarás en vano. Poema LXIX; de la sección Galerías de Soledades. Galerías. Otros poemas (p. 131)
5. Dice la esperanza. Poema CXX; de Campos de Castilla (p. 205).
6. Caballitos. Poema XCII; de la sección “Varia” de Soledades. Galerías. Otros poemas (p. 141).

Al año siguiente, año en el que el poeta se incorpora a su nuevo destino en el instituto de Segovia, se edita el cuaderno de partituras, mencionando el premio obtenido: De Castilla. Poemas de Antonio Machado para canto y piano. Música de Carlos Pedrell (Buenos Aires: Breyer Hermanos, 1919). Iba dedicado Al Maestro J. Guy Ropartz (Joseph Guy Marie Ropartz: Guingamp Bretaña, Francia, 1864 - Lanloup, Bretaña, Francia, 1955), compositor francés y director de orquesta.

Siguiendo a Laura Prieto (ver bibliografía), en febrero de ese mismo año 1919, y en Madrid, otro compositor llamado Juan José Mantecón Molins (Vigo, Pontevedra, 1895 - Madrid, 1964), le pone música a un poema de Antonio Machado. Compositor y crítico musical, estudia derecho en la Universidad Central de Madrid, y desde joven comienza a interesarse por la música, que aprende casi de forma autodidacta, además de la crítica musical, escribiendo en “La voz” (firmando con el seudónimo de “Juan del Brezo” a partir de 1920). 

Se trata del poema Campo, poema LXXX de las P. C., aparecido en la sección “Galerías”, del libro Soledades. Galerías. Otros poemas (1907) (p. 135). Se trata de una obra para tenor y piano, con cuatro movimientos (Muy lento; Lento y triste; Lento y Muy lento). La obra no fue estrenada hasta 1952, en un concierto organizado por Juventudes Musicales de España en Madrid, con Antonio Ávila como tenor y el propio Juan José Mantecón al piano.
Aunque en la partitura original manuscrita de 1919 (conservada con varias copias, en el archivo del autor, depositado en la Fundación Juan March de Madrid), la titula Campo, aparece con frecuencia en los programas musicales como La Tarde está muriendo, que es el primer verso del poema:

La tarde está muriendo
como un hogar humilde que se apaga.
Allá, sobre los montes,
quedan algunas brasas.

En 1921, el compositor Carlos Pedrell retornó a París. Ese mismo año registra en la SACEM (Sociedad de autores de Francia), la partitura de la primera de las canciones del ciclo. Se conserva una copia en la Biblioteca Nacional de Francia (FRBNF 44.000.831), con la traducción al español del poema, realizado por el compositor y crítico musical Henri Collet (París, 1885 - 1951):

Yo voy soñando caminos. [S.l.]: Ed. Breyer Hnos, [cop. 1919]
1. Je vais rêvant des chemins...
Note: Société des auteurs, compositeurs et éditeurs de musique, 20 avril 1921
Je vais rêvant des chemins. Poèmes d'Antonio Machado, trad. française de Henri Collet. Musique de Carlos Pedrell. [Chant et piano]

En enero de 1922 es de nuevo Juan José Mantecón Molins el que toma un pequeño poema de Antonio Machado, de la composición CXXXVI Proverbios y cantares (el XII; p. 229) para ponerle música. Lo titula como la primera estrofa del poema: Ojos que a la luz se abrieron:

¡Ojos que a la luz se abrieron
un día para, después,
ciegos tornar a la tierra,
hartos de mirar sin ver!

Se trata de una partitura manuscrita incompleta (de un pliego) para voz y piano, fechada en Madrid, en enero de 1922, conservada también en la Fundación Juan March, con una dedicatoria (tachada): A madame Aime de Lassalle, con cordialidad española.

La familia de Mantecón decidió donar a la Fundación Juan March la mayor parte de su legado, pero en una relación de canciones compuestas por él, aparecida en un libro editado por Fernández-Cid en 1963 y ofrecida por el propio Mantecón, se menciona en esta fecha, otra composición sobre un texto de Machado, que no aparece en el mencionado legado. Nos referimos a Todo pasa y todo queda (además de mencionar otra de 1940, Anoche cuando dormía, de la que tampoco hay constancia en ese legado).

En 1923, Carlos Pedrell compone en París otro ciclo sobre poemas de Antonio Machado. Se trata de “Cinq poèmes vocaux. Poème d'Antonio Machado, adaptation française de J. G. Aubry. [Chant et piano]. Paris: éd. Maurice Senart, [cop. 1923, Maurice Senart].

Estos cinco poemas han sido grabados recientemente en el CD “Soñando caminos. Lieder sobre textos de Antonio Machado” (Edicions Alber Moraleda, 2014), por la soprano Begoña López, acompañada al piano por Alejandro Zabala. Son los siguientes poemas (aunque los títulos de los vídeos, por error, no corresponden con las canciones):

1. Campo. Poema LXXX (p. 135). Como dijimos, de la sección “Galerías” de Soledades. Galerías. Otros poemas (1907), al que Juan José Mantecón le puso música cuatro años antes.


CAMPO

2. Al borde del sendero un día nos sentamos. Poema XXXV (p. 103). Apareció por primera vez en la sección “Del camino” del libro Soledades 


AL BORDE DEL SENDERO UN DÍA NOS SENTAMOS


3. Las ascuas de un crepúsculo morado. Poema XXXII (p. 102). También de la sección “Del camino” del libro Soledades.


LAS ASCUAS DE UN CREPÚSCULO MORADO

4. El cadalso. Poema XLVII (p. 115). De la sección “Humorismos, fantasías, apuntes. Los grandes inventos” de Soledades.

EL CADALSO

5. Verdes jardinillos. Poema XIX (p. 95), también de Soledades.

VERDES JARDINILLOS


EN SAN GREGORIO
En 1924 Antonio Machado se encuentra en Segovia con sus clases de francés (en el otoño de 1919, después de obtener un doctorado en filosofía, el poeta había obtenido una plaza en el Instituto General Técnico de Segovia). En las tertulias de artistas e intelectuales del café La Unión conoció años atrás, a un grupo que cada día, después de comer, asiste al taller del ceramista Fernando Arranz, ubicado en una vieja iglesia románica abandonada (la capilla de san Gregorio, hoy desaparecida). Estos tertulianos eran miembros de la Universidad Popular, en la que comienza a colaborar Antonio Machado. Allí se toma café, se toca el piano (había un piano alquilado), se recitan versos y se discute de arte y literatura. En este año edita el libro Nuevas canciones (Madrid: Mundo Latino, 1924) donde aparece, en el poema “Canciones” (P. C, CLIX), la siguiente copla XV (p. 279), que tendrá una curiosa puesta en música:

Mientras danzáis en corro,
niñas, cantad:
Ya están los prados verdes,
ya vino abril galán.
A la orilla del río,
por el negro encinar,
sus abarcas de plata
hemos visto brillar.
Ya están los prados verdes,
ya vino abril galán.

En esas tertulias conoce en 1925 al padre agustino exclaustrado Enrique Villalba Muñoz (Valladolid, 1878 - 19--), compositor y profesor de música de los conventos de Valladolid y La Vid (Burgos), que ha escrito varias obras religiosas. Enrique Villalba, que en 1901 fue trasladado a Sao Paulo (Brasil) donde permanece hasta 1909, en que fue destinado a El Escorial, colabora desde 1911 con su hermano Luis, también músico, en la redacción de la editorial “Biblioteca Sacro Musical”, de la que fue censor eclesiástico y en la que escribió varias obras religiosas. En 1913 se trasladó a Barcelona y estudió a fondo la escuela catalana, retirándose a la provincia de Segovia en 1925. Allí comienza a colaborar con la Universidad Popular y tal vez al leer el poema mencionado anteriormente, le pidiera a Antonio Machado que lo adaptara para ponerle música. Éste hace unos cambios en los versos 5-8, quedando así:

Sus abarcas de plata
hemos visto brillar;
le llevó una mocita
por el negro encinar.

Y añade otra cuarteta que iba a utilizar con la séptima de una composición que titula “Coplas populares y no populares andaluzas”, encontradas en los papeles del poeta depositados en la Fundación Fernán González de Burgos:

Agua abajo del río
se le ve navegar,
en un barco de oro,
con remos de coral.

ESPADAÑA, nº 38, p. 787
Siguiendo a Rafael Alarcón Sierra (ver bibliografía), en dicho archivo se ha encontrado la canción tal como se la entregó al padre Villalba (hojas sueltas nº 3, folio 25). La titula “Danzas del alto Duero” (para música del Padre Villalba), aunque no se sabe nada de la partitura (puede que se conserve en la biblioteca de los Agustinos Filipinos de Valladolid, donde está el archivo de su hermano Luis, también músico y agustino). Las dos últimas coplas están escritas en un fragmento de folio pegado debajo de la primera cuarteta, con una nota de autógrafo, colocada en la parte inferior, en letras muy pequeñas y con diferente ortografía. La nota dice: Inéditas. Encontradas entre mis apuntes de Soria. Escrita con letra de Leonor. Fue dictada en 1911 en Paris para «Mundial [Magazine]», donde no se publicaron. Son completamente originales, aunque de imaginación popular. 

Esta canción-poema se publicó por primera vez en el número 38 de “Espadaña. Revista de poesía y crítica” (León, 1949), p. 787, en el décimo aniversario de su muerte. Este es el texto de la canción:

DANZAS DEL ALTO DUERO
Para música del Padre Villalba

Mientras danzáis en corro,
niñas, cantad:
ya están los campos verdes,
ya vino Abril galán.

Sus abarcas de plata
hemos visto brillar;
le llevó una mocita
por el negro encinar.

Cantad, niñas, en corro:
ya vino Abril galán.

Agua abajo del río
se le ve navegar,
en un barco de oro,
con remos de coral.

Ya están los campos verdes,
ya vino Abril galán.

En 1927 Carlos Pedrell edita en París su primer ciclo sobre los seis poemas de Antonio Machado editados en Buenos Aires (también realizó varios ciclos de canciones sobre poemas de Juan Ramón Jiménez y de Tristan Klingsor):

De Castilla. VI poemas vocales - De Castille. VI poèmes chantés. Poèmes de Antonio Machado. Traduction française de Henri Collet (1927). Paris (48, rue de Rome 1, rue de Madrid): Max Eschig et C.ie, éditeurs, 1927
 

1. Yo voy soñando caminos
2. Daba el reloj las doce
3. Amada, el aura dice
4. Hoy buscarás en vano
5. Dice la esperanza
6. Caballitos

Otro compositor que se fija en los poemas de Machado es José María Franco Bordons (Irún, Guipúzcoa, 1894 - Madrid, 1971). Violinista, director de orquesta, compositor y profesor de música español, fue discípulo de Enrique Fernández Arbós y de Conrado del Campo. Inició muy pronto sus estudios musicales, que continuó en el Conservatorio de Madrid, en el que obtuvo primeros premios en piano, violín, armonía y composición. Entre 1919 y 1923 fue profesor de violín en el Conservatorio de Murcia, realizando además una gira de conciertos con el violonchelista Gaspar Cassadó y otra con el violinista húngaro Franz von Vecsey. En 1922 creó el Quinteto Hispania, del que formó parte como pianista, con numerosas actuaciones en España y América, y también ocupó el puesto de viola en los conciertos del Palacio Real de Madrid con la colección de Stradivarius. Fue pianista y director titular de la orquesta de Unión Radio de Madrid, desde que fue creada en 1925. En 1928 compuso su opus 29 Yo voy soñando, para voz (solista o coro) y orquesta. Se trata del poema XI de las P.C., del libro Soledades.

Y dos años después, el compositor español Julio Gómez García (Madrid, 1886 - 1973), también le pone música a nuestro poeta. Julio Gómez, que en 1917 obtiene una plaza de bibliotecario en el Museo Arqueológico de Toledo; luego en la sección de música de la Biblioteca Nacional y, desde 1915 hasta 1956 director de la Biblioteca del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, donde compagina la dirección de la biblioteca con una extensa labor de enseñanza de la Música, compone en 1930 la obra sinfónica coral Elogio. En la muerte de Francisco Giner de los Ríos para percusión, flauta, arpa, cuerda, coro mixto y voces de niños. Es una obra de 12 minutos que está registrada en la SGAE (número 4.472.135), aunque sin mencionar la autoría de Machado en los textos. En el archivo familiar se conserva un borrador para coro y piano, y la partitura de orquesta con la instrumentación incompleta.

Se trata del poema CXXXIX, A don Francisco Giner de los Ríos, de la sección “Elogios” de Campos de Castilla escrito en Baeza el 21 de febrero de 1915, tres días después del fallecimiento del pedagogo y amigo.

Vivid, la vida sigue,
los muertos mueren y las sombras pasan;
lleva quien deja y vive el que ha vivido.
¡Yunques, sonad; enmudeced, campanas!


CONTINÚA EN: 
LOS POEMAS DE ANTONIO MACHADO PUESTOS EN MÚSICA EN LA POSGUERRA (1939-1949):


BIBLIOGRAFÍA:
FRESNO, Beatriz M. del: Catalogo de obras de Julio Gómez. Madrid: Fundación Juan March - Centro de documentación de la música española contemporánea, 1987.
ALARCÓN SIERRA, Rafael: Los manuscritos machadianos de Sevilla y Burgos (Historia, descripción, localización, análisis y transcripciones). Boletín de la Biblioteca de Menéndez Pelayo, LXXXIV, 2008. 321-363.
VV. AA: Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana. Madrid: SGAE, 1999-2002, vol. 6, pp. 289-296.
FERNÁNDEZ-CID, Antonio: Lieder y canciones de España. Pequeña historia contemporánea de la música nacional. 1900-1963. Madrid: Editora Nacional, 1963.
HOOVER, Maya (ed.): A Guide to the Latin American Art Song Repertoire: An Annotated Catalog of Twentieth-Century Art Songs for Voice and Piano. Indianapolis: Indiana University press, 2010
FRESNO, Beatriz M. del: Catálogo de obras de Julio Gómez. Madrid: Fundación Juan March- Centro de documentación de la música española contemporánea, 1987. ISBN: 84-7075-373-8
SÁNCHEZ SÁNCHEZ, Víctor: Juan José Mantecón. Crítico y compositor de la Generación del 27. Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 4, 1987.
PRIETO GUIJARRO, Laura: Catálogo de obras de Juan José Mantecón (1895-1964). Madrid, Fundación Juan March, 2004.
---. Archivo Juan José Mantecón: metodología de valorización de archivos personales de naturaleza musical. Tesis Doctoral inédita dirigida por Francisco Portela Sandoval y Félix del Valle Gastaminza. Universidad Complutense, Madrid, 2016.