Hoy le vamos a dedicar la página al músico
y guitarrista (y peluquero) navarroMiguel Ángel Arbea Aranguren (Pamplona, Navarra, 1939 -
La Coruña, 2003). Su vocación guitarrística no se manifiesta hasta 1957, cuando
comenzó a cursar estudios de armonía y composición en el Conservatorio de
Pamplona, y continuó perfeccionando su formación como guitarrista con Remigio
Sainz de la Maza. También estudió armonía con Fernando Remacha. En 1961
concluye los cursos oficiales de la carrera en el Conservatorio de Madrid,
cosechando triunfos en sus actuaciones por España y Francia.
Desde 1970, compaginó su obra
concertística con la de cantautor, presentándose a diferentes concursos y
grabando discos. Aquí lo traemos porque, en su faceta de cantautor, le ha dedicado trabajos a León Felipe y a Miguel de Cervantes.
También fue el autor del libro de poemas
“La felicidad posible” (Pamplona, Autor-editor 46, 1987). ISBN:
978-84-404-0690-3. Murió con 64 años.
Éstas son sus grabaciones:
Miguel Arbea. Recital de guitarra,
SP (Columbia QEN 7859, 1965).
A. Suite en Re Menor (Robert de Visée)
Preludio
Zarabanda
Minueto
Burré
B. Preludio n.º 1 (Héctor Villalobos)
En la trasera de la carpeta, un texto nos
dice:
Miguel Ángel Arbea Aranguren nace en
Pamplona en 1939. Su vocación guitarrística no se manifiesta hasta 1957, tras
haber cursado brillantemente estudios de armonía y composición en el
Conservatorio de su ciudad. En 1961, en el Conservatorio de Madrid, concluye
los cursos oficiales de la carrera. Estudia con ahínco y eso le conduce a
cosechar abundantes triunfos en sus actuaciones en España y Francia. Miguel
Ángel Arbea posee cualidades que le sitúan entre los más destacados valores de
la joven generación guitarrística. Su técnica depurada está al servicio de su
exquisita sensibilidad, de su sinceridad musical y de su gran personalidad
artística.
VV. AA: IV Festival Nacional de
Villancicos Nuevos, 1970. Pamplona
LP (Belter 22.496, 1970).
B6. Villancico de la noche y el campo (E.
Rodríguez, Miguel Arbea).
Canta: Miguel Arbea.
Miguel Arbea
SP (Iberia - Columbia Z 1001, 1971).
A1. Cantaré a quien siembra (Miguel
A. Arbea).
A2. Bakardadea (Miguel A. Arbea).
BAKARDADEA
B1. Canta, poeta, al hombre (Miguel A. Arbea).
B2. ¿Dónde estás, padre? (Miguel A. Arbea).
Miguel Ángel Arbea y Francisco Lasheras:
guitarra; Luis Felipe Eseverri: órgano
Mikel Arbea: Euskal doinuak gitarraz,
LP (Herri Gogoa - Edigsa HG-67LS, 1973).
Con libro de partituras.
A1. Itsasoa laño
dago.
A2. Goizean goizik.
A3. Txori erresiñula.
A4. Ezpata dantza.
A5. Adio ene maitea.
A6. Hiru erregek.
A7. Oi eguberri gaua.
B1. Zugana Manuela.
B2. Plañu niz bihotzetik.
B3. Aurresku:
B3a Aurkez-aurkez.
B3b Esku aldatzeko
soiñua.
B3c Kontrapassa.
B3d Zortzikoa.
B3e Biribilketa.
B4. Nere etorrea.
B5. Agur jaunak.
Miguel Ángel Arbea: Euskal abestiak,
MC (Portadores de Sonido 177-099.304, 1974).
CAR (Portadores de sonido 205.054.304,
1974).
A1. Urrundik (popular)
A2. Txoriñuak kaiolan (popular; arr., M.A.
Arbea).
A3. Euskal mendietan (Miguel A. Arbea).
A4. Itxasoa (popular; arr., Miguel A.
Arbea)
A5. Zeruan eder ilargia (popular; arr. Padre
Donostia).
A6. Adios, ene maitia (popular; arr. P. Donostia).
A7. Ereiten duana (Miguel A. Arbea).
B1. Udaberriari abestia (Miguel A. Arbea).
B2. Illuntzean (Miguel A. Arbea).
B3. Xarmegarria zira (popular; arr. Miguel
A. Arbea).
B4. Poeta, gizona abestu (Miguel A. Arbea).
B5. Iru errege orienteku (popular).
B6. Nere etorrera (José M. Iparraguirre;
arr. Miguel A. Arbea).
B7. Txori erresiñula (popular)
Canta: Miguel Ángel Arbea; piano: Miguel
Ángel Otaegui; Luis Arbea: guitarra.
VV. AA: XI Festival de villancicos nuevos.
Pamplona, navidad, 1977,
LP (Tic tac
TTD-001, 1977).
B3. Y no es tan buena la noche (Letra y mística:
Miguel Ángel Arbea).
Canta: Miguel Ángel Arbea.
Miguel Ángel Arbea: Homenaje a León Felipe,
MC (Arión 200-B-157, 1991).
En el interior de la
caratula, un texto de su hermano Luis Arbea, nos dice:
La poesía de León Felipe recorre el
espacio desolado y trágico del exilio, al mismo tiempo que transpira el aire
enrarecido del desarraigo existencial del poeta.
En ese angustioso espacio -interior,
exterior- ¡qué difícil precisar el por qué y el cómo de la existencia humana! y
¡qué duro averiguar unas pocas verdades esenciales o abrir ventanas interiores
por donde pueda entrar la LUZ! En un mundo manipulado por mercaderes y matones “¡Cuesta
tanto disolver las siniestras y aniquiladoras sombras penetrándolas de LUZ!”.
“Toda la luz de la tierra la verá el
hombre por la ventana de una lágrima...”. El grito quijotesco, desgarrado y
beligerante de León Felipe (trascendiendo su propia biografía) se eleva hacia
el reino de la luz, hacia la plasmación real de una justicia y dignidad humanas
sin las cuales el mundo no es sino caos y el hombre un animal monstruoso.
“Hay que encender una estrella...”.
Frente al sombrío mundo de los vendedores
de oscuridad, frente a la indiferencia o el silencio de los dioses, al hombre
sólo le queda un arma irreductible: el llanto, la voz, la blasfemia convertida
en plegaria, la canción... Aunque los guerreros y mercaderes se queden con la
hacienda, el poeta "se lleva la canción": una canción estremecida por
el llanto, pero también portadora de esencial esperanza... Cuando cada hombre
encienda su estrella, sobre el tenebroso mundo de los sembradores de sombras
brillará radiante la LUZ.
Este
“Homenaje a León Felipe” quiere ser un gesto de reconocimiento a la importancia
de la obra del poeta. Por otro lado, pretende mostrar sencillamente (cantados
en formas populares) la viva actualidad de contenido que encierran sus poemas:
actualidad indiscutible, pues León Felipe describe sin retóricas la lucha
heroica del hombre por dar sentido a la precariedad de su condición, en el
intento esperanzado de superar nuestra soledad y tragedia profundas.
L.
Arbea
Los temas son:
A1 ¿Por qué?
Poema “Envío” del libro El
payaso de las bofetadas y el pescador de caña. Poema trágico español (1938).
¿POR QUÉ?
A2 Canción marinera.
Poema XXVII de la
sección Libro segundo (1930) del libro Versos y oraciones de caminante (1920; 1930).
CANCIÓN MARINERA
A3. Que venga el poeta.
Poema V de la
sección “Epílogo” del libro Ganarás la luz (1943).
QUE VENGA EL POETA
A4. Y sé todos los cuentos.
Poema “II. Sé
todos los cuentos”, de la sección “Un signo… quiero un signo”, del libro Llamadme
publicano (1950).
Y SÉ TODOS LOS CUENTOS
A5 Quiero…sueño.
Poema de la sección “Un
signo… quiero un signo”, del libro Llamadme publicano (1950).
QUIERO…SUEÑO
B1 Ahora me voy.
Poema VII de la sección
“Epílogo” del libro Ganarás la luz (1943).
AHORA ME VOY
B2 Me voy porque la tierra ya no es mía.
Poema VIII de la sección “Epílogo” del libro Ganarás la luz (1943).
ME VOY PORQUE LA TIERRA YA NO ES MÍA
B3 La noria.
Poema XII “No es lo que me
trae cansado”, de la sección “Libro primero” (1920) del libro Versos y
oraciones de caminante (1920; 1930). Apareció posteriormente en la sección “Las
medidas” del libro “El ciervo” (1958) con el título “La noria”.
LA NORIA
B4 Mía es la voz.
Poema “Reparto” de la
sección “Libro primero” del libro Español del éxodo y del llanto (1939). Apareció
también en la sección “Libro I. Algunas señas autobiográficas” del libro Ganarás la luz (1943), poema VII, con el título “Hay dos Españas”.
MÍA ES LA VOZ
Poemas: León
Felipe; música: Miguel Ángel Arbea; arreglos musicales: Jesús Rey y Miguel
Ángel Arbea; canta: Miguel Ángel Arbea; guitarra: Jesús Rey y Miguel Ángel
Arbea.
Miguel Ángel Arbea: Recordando a Cervantes,
CD (Arión 202B1858,
2002).
En el interior del libreto, un texto del
cantante, nos dice:
Recordando a Cervantes reúne canciones que
escribí hace años, junto a otras de cuño más reciente. Completo el conjunto con
dos “quijotescos” poemas de León Felipe y un hermoso soneto de J. L. Borges
-retrato excelente del autor del Quijote-. Con ello intento homenajear
modestamente a Cervantes (hermano mayor en letras y actitudes vitales) ahora
que se va aproximando el cuarto centenario de la primera publicación de su
Quijote. Tengo también la ilusión de que esta labor mía sirva para recordar a
mis amigos las extraordinarias perspectivas que deja ver el paisaje cervantino.
“... Pero yo apostaré que (el cura) debe
tener puntas y collares de poeta; que los tenga también Maese Nicolás no dudo
en ello porque todos, los más (barberos), son guitarristas y copleros”.
(D. Quijote, cp. LXVII, parte II)
Coincido en oficio y aficiones con Maese
Nicolás ¡Qué bien si coincidiera igualmente en las puntas y collares de poeta!
Otro texto del cantante, nos dice:
En diciembre de 1904, poco antes de publicar
Vida de D. Quijote y Sancho, Miguel de Unamuno escribía a su amigo Pedro de Múgica
“Cervantes es un pobre diablo inferior a su obra y lo que pudo decir me trae totalmente
sin cuidado”, “El texto cervantino no es sino un pretexto para que sobre él
levante yo mis propias elucubraciones”.
En este punto a mí me sucede algo bien
diferente: cuanto más leo las peripecias del Ingenioso Hidalgo, más admiro, más
quiero a Cervantes y más me interesa lo que quiso decir en sus escritos.
Además, me parece imposible que alguien pueda escribir una de las obras cumbres
de la literatura universal desde una experiencia “vital de pobre diablo”. La
desdicha y el infortunio que hostigaron casi siempre la existencia de Cervantes
tienen fiel traducción en la malaventura y en los contratiempos sufridos por Don
Quijote y por Sancho, transposición literaria del pensamiento y del vivir de un
hombre excepcional.
Al paso de sus necesidades cotidianas,
imagino al caballero Cervantes sobre el rucio de Sancho, y al galope de su
coraje y de sus sueños, cabalgando oscuro por su “dura España” sobe el magro
espinazo de Rocinante. Desdoblamiento cervantino que describe bien las fuerzas
vitales que nos impulsan y que expreso cloro que, en alguna medida, en todo ser
humano alientan un Don Quijote y un Sancho, dualismo ente lo real y lo soñado,
entre lo sensible y el inherente anhelo del hombre de trascenderse a sí mismo,
de ser “más que hombre”.
Bajo el disfraz de delirantes aventuras
hiladas con sutil ironía, Cervantes pone de Manifiesto nuestro efímero pasar
sobre la Tierra: sugiere lo que pasa, peto también lo que permanece; señala lo
precario, pero igualmente la colectiva demanda humano de eternidad, Meto
trascendente que Cervantes busca en la lucha contra el mal y la injusticia de
este mundo, en lo defensa, a todo trance, de los derechos de los más débiles y
oprimidos.
“Bacía, yelmo, halo, este es el orden,
Sancho”. Es decir, de lo doméstico a lo épico, de lo épico a la mística, en fin,
de lo sórdido a la luz. Con esta premisa, Cervantes armonizo todas las
incertidumbres y contradicciones de la vida, y abre de par en par un balcón
desde el que se puede ver y sentir que, en esencia, YO SOY EL OTRO.
M. A. Arbea
Un
soldado de Urbina (poema recitado de Jorge Luís Borges)
1. La del alba sería (Miguel de Cervantes).
De aquel noble
amanecer que luminoso acogía la formidable aventura ..celosa estaba la luna
LA DEL ALBA SERÍA
2. Nunca fuera caballero(Miguel de Cervantes).
Pero tiempo
vendrán en que las vuestras señorías me manden y yo obedezca.
NUNCA FUERA CABALLERO
3. Vuelve, don Quijote, vuelve (Miguel Ángel Arbea).
Anhelante
de tu lanza –tantos siglos azotados- te aguardan esperanzados los niños de
Quintanar.
4. Edad dorada (Miguel de Cervantes).
Puedo soñar esta noche los
versos más hermosos. Soñar, por ejemplo, que la justicia es el único aliento
del hombre y que tuyo, también, es mi corazón.
EDAD DORADA
5. Saludo a Rocinante. Poema “Saludo I” del libro Rocinante
(1969) del León Felipe.
Rocinante, aunque
no tengas “pedigree”, ni el bucéfalo de Alejandro, ni Babieca el del Cid,
contigo se igualan.
SALUDO A ROCINANTE
6. También yo he visto gigantes (Miguel Ángel Arbea).
Que esta
es buena guerra, sancho, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de
sobre la faz de la tierra.
7. Retrato de Dulcinea (Miguel de Cervantes).
Me preguntaron
los dioses ¿Cómo es ella? Alejaos, respondí: su boca os hará humanos y en sus
ojos perderéis la libertad.
RETRATO DE DULCINEA
8. Historia triste (Miguel Ángel
Arbea).
Puedo escribir los
versos más tristes de la historia. Escribir, por ejemplo: el hombre devora al
hombre y sus hijos crecen sin esperanza. Puedo sentir, y siento, los versos más
amargos de la historia.
9. Vencidos…Poema de la sección Libro primero (1920) del libro Versos
y oraciones de caminante (1920; 1930).
Míos son tu llanto y tu
amargura, de los ángeles, tu redentora ofrenda: por cada lágrima del hombre un
infinito de estrellas.
VENCIDOS
10. Hora de partir (Miguel Ángel Arbea).
Ni mortajas, ni
sudario, desnudo: solo un cayado blanco y ese perro fiel que atiende por
justicia de todos los hombres.
11. El baciyelmo es un halo (Miguel Ángel Arbea).
Recuperaste,
poeta, el fuego que ilumina tu corona: esa luz celestial que fundirá las
cadenas de todos los hombres”.