martes, 8 de febrero de 2011

MÚSICA EN EL TEATRO DE MIGUEL HERNÁNDEZ

Miguel Hernández es conocido sobre todo por su faceta de poeta, pero tememos que recordar que también escribió obras de teatro. La primera obra que escribió, “Quien te ha visto y quién te ve, y sombra de lo que eras” es un auto sacramental que apareció en la revista literaria “Cruz y Raya” en 1934. Ese año publica también “El torero más valiente”, drama taurino, inspirado quizás, en la rivalidad entre el torero Sánchez Mejías (muerto por un toro ese mismo año), y su cuñado Joselito.

Un año más tarde escribió “Los hijos de la piedra” (1935), drama sobre los acontecimientos revolucionarios de Asturias, que no fue publicada hasta 1959 en Argentina, ya fallecido el poeta, y “El labrador de más aire”, publicada en 1937, en plena guerra civil. Muestran estas obras un cambio temático, al escribir  un teatro de carácter más social.

 

Luego vendrían los dramas épicos de carácter bélico, enmarcados en la contienda civil: “Teatro en la guerra” (formado por cuatro pequeñas obras: La cola, El hombrecito, El refugiado y Los sentados), y “Pastor de la muerte”, ambas de 1937, aunque ésta última solo se publicó en libro hasta 1960 en Argentina.

Algunos músicos se han inspirado en los poemas que aparecen en los textos dramáticos para cantarle a Miguel Hernández, ya que estas obras estás escritas en versos y contienen poemas de mucha musicalidad. Estos son algunos ejemplos:

 

 

 

QUIEN TE HA VISTO Y QUIÉN TE VE, Y SOMBRA DE LO QUE ERAS:

 

Miguel Hernández recreó en esta obra, un auto sacramental calderoniano en tres actos. Los actos se titulan: Primer acto, o Estado de las inocencias (el hombre-niño pierde su inocencia debido a la tentación de la carne, lo que le obliga a ganarse, como los trabajadores campesinos, el pan con su sudor); Segundo acto, o Estado de las malas pasiones (el hombre conoce la fatiga y la discordia, que lo lleva a asesinar al pastor, en alusión a la historia de Caín y Abel); Tercer acto, o Estado del arrepentimiento (el hombre acaba redimido con un final en apoteosis de ascensión de su alma al Paraíso).


 

 

 

La compositora, cantante y pianista Ángeles López Artiga (Masamagrell, Valencia, 1939) compone en 1987 su Opus 23 “Sonata para una voz desesperada, para voz y piano” formada por tres movimientos: Allegro moderato (poema de Jorge Guillen); Lento y Allegro rítmico (ambos con textos de Miguel Hernández).

La autora ha comentado que “Los textos están seleccionados buscando la unidad temática en sus tres tiempos, situando en la voz de los tres personajes que intervienen en la acción dramática, la repulsa que siento ante los horrores que ocasionan las guerras en este mundo”.

Fue estrenada en el Hougthon Library Museum (Universidad de Haward, EE. UU) el 11 de octubre de 1990, por la misma compositora como solista, y la pianista Ellen Polansky. Está editado en Valencia: Editorial Piles, 2011.

ACTO SEGUNDO

escena IV

Los versos 9-22 del segundo movimiento (Lento), pertenecen a parte de la escena IV: “La madre dice”, del acto segundo.

 



Ayudadme a recoger

pedazos de la inocencia,

escombros de la hermosura,

ruinas de la mejor perla.

 

ACTO TERCERO

escena VI

El tercer movimiento (Allegro rítmico), son los versos 1-15 del monólogo de la escena VI, del acto tercero.

 



Podemos escucharlo en el CD de 1998 “Música y poesía”, con la voz de la propia Ángeles López Artiga y el piano de Jan Sruthuyzen (cortes 8 y 9).

 


 

 

Y en el CD de 2005 “Momento de sonatas. Obras de Ángeles López Artiga”, con los mismos músicos (cortes 8 y 9).


 

 

 

 

escena VIII

(Hay una escena tiernísima entre Pastor y Pastora hasta que aquél se duerme. Canta la Pastora).

No hieles, viento, ahora.

 

La poeta, compositora y soprano Lola Montenegro le ha puesto música también a una parte de esta obra en el corte 1 “Pastora” de su CD de 2011 “El corazón es agua. Lola Montenegro canta con Miguel Hernández”, homenaje al poeta en el centenario de su nacimiento.


 

 

 




No hieles, viento, ahora,

que se duerma mi cielo

hasta el día y la aurora.

No lo dejes de hielo.


EL TORERO MAS VALIENTE:

 

Subtitulada “tragedia española”, es una obra en tres actos que data de 1934, pero editada al completo en 1986 (antes solo se habían editado unas escenas, publicadas por Ramón Sijé en la revista "El Gallo Crisis" de Orihuela). Tiene un rico y expresivo lenguaje lírico, forjado en la tradición clásica, y con presencia de muchas canciones de tipo tradicional.

La estructura dramática se organiza sobre una inevitable pasión amorosa que concluye trágicamente, todo ello con un tema de fondo taurino. Está dividida en tres actos.

 

 

 

Burladero.

La cantante Esmeralda Grao (Esmeralda Cayuelas Grao: Orihuela, Alicante, 1968), graba en 2010 el tema “Burladero” (el año del centenario de Miguel Hernández), en su libro CD “En Orihuela, su pueblo y el mío...con quien tanto quería” (corte 1).


 

 

 

 

 

 

 

LOS HIJOS DE LA PIEDRA:

 

Obra que consta de tres actos, divididos en varios cuadros. Utiliza el tema reivindicativo, pero con mezcla de tema amoroso y social. Obra de transición hacia el teatro de guerra, utiliza el ambiente de la revolución minera de Asturias de 1934, inspirado por la obra “Fuenteovejuna” de Lope de Vega.

En su edición en 1959 en Argentina, se decía:

“Los hijos de la piedra” no es solamente el poema dramático de un poeta tan extraordinario como Miguel Hernández. El tema implica la vibración espiritual de un humanista conmovido por la tragedia de España, mutilado su destino histórico por lazos absurdos que se remonta tan al pasado épico y feudal. Cada escena revela el profundo desequilibrio social que desnivela la vida del hombre que trabaja frente al parasitismo del señor feudal que impera sobre vidas y haciendas. Pero no hay en la obra solamente una rebeldía pasiva y angustiosa, contrariamente, ni la pobreza del medio ni el viento de la tragedia que abate el amor entre el pastor y Retama, impide la justicia final por el propio brazo, armado con la piedra, allí donde la piedra sobra y faltan los fusiles. Drama y rebeldía conjugan así, la concepción trágica de Hernández, que alcanza, por momentos, escenas de inigualado patetismo.

 

ACTO II

Escena primera


Canción de los vendimiadores.

Escena primera: Vendimia. Es un poema en forma de seguidilla. Le puso música el cantautor Luís Pastor Rodríguez (Berzocana, Cáceres, 1952) y lo grabó el grupo Jarcha en su CD de 2010 “El rayo que no cesa. A Miguel Hernández” (corte 2).




 

En marzo de 2016, la cantautora Janire Bermejo (Baracaldo, Vizcaya, 1993) grabó una versión de este tema, en acústico, que podemos escuchar aquí.

 



También la cantaora Carmen Linares (Carmen Pacheco Rodríguez: Linares, Jaén, 1951), en su libro CD de 2017 “Verso a verso. Carmen Linares canta a Miguel Hernández” (corte 4), ha grabado esta versión de Luís Pastor, adaptada a su estilo flamenco.


 

 

 

 

 

 

 

 



Aquí podemos escucharle a él mismo en una grabación de agosto de 2019 en Cádiz:



Este versión de Luis Pastor apareció en el capítulo 302 de la serie de TVE “Cuéntame cómo pasó” (temporada de 2016).

 




EL LABRADOR DE MÁS AIRE:

 

Drama rural de amor hacia la tierra y a los hombres de campo donde se advierten los cambios que se producen en Miguel Hernández en sus ideas sociales.

Está dividido en tres actos: el primero, con 1.301 versos; el segundo, con 1.342, y el tercero, con 1.172 versos (en total, 3.815 versos). Se editó por primera vez en Valencia (Editorial Nuestro Pueblo, 1937), pero no se estrenó hasta 1972, por la compañía de Natalia Silva y Andrés Magdaleno, en el Teatro Muñoz Seca de Madrid (ver el cartel del estreno arriba).

 

 

 

  

ACTO PRIMERO

 Cuadro primero

escena III


1. Pocas flores, mayo.

Es el monólogo de Encarnación (en forma de canción amorosa y algo erótica, poco habituales en los personajes femeninos de Miguel Hernández), que inicia la escena III del acto primero, cuadro primero.

Esmeralda Graó le pone música a este fragmento, en su libro CD de 2010 "En Orihuela, su pueblo y el mío...con quien tanto quería" (corte 4). Son los versos 152-165 del acto primero.

 

 

 

 

 



escena VI

2. Estoy a gusto en mi herida.

Es la alocución, en forma de décimas (con paradojas propias de la poesía mística), que dice Encarnación en la escena VI (Encarnación y Blasa) del acto primero, cuadro primero.

Lucía Izquierdo (sobrina de Miguel Hernández), interpreta este tema, con música de Paco Heredia y en forma de Rumbas, en el CD colectivo de 2013 “Los flamencos cantan a Miguel Hernández: Para la libertad”. Está en en el corte 11 y son los versos 521-533 del acto primero.

 


 

cuadro segundo

escena I

3. Romancillo de mayo.

Lo canta Quintín en la escena I, cuadro segundo (Plaza) del acto primero. Quintín, uno de los personajes principales, canta una Maya, o Romances de mayo (romances de exaltación rural a la primavera y el florecimiento del campo; estación ideal también para la exaltación de las pasiones amorosas).

Este romance lo escribió Miguel Hernández hacia 1931, y cuatro años después lo introdujo en este drama rural.

 

Joan Manuel Serrat, en la segunda canción de la cara B de su LP “Miguel Hernández”, editado en 1972, le pone música al romance, el “Romancillo de mayo”. Utiliza todos los versos, excepto del 33 al 40.


 

 


 


Y en 2010, Esmeralda Graó le pone música al poema con el título "Campea mayo amoroso" (verso 800), en su libro CD “En Orihuela, su pueblo y el mío...con quien tanto quería” (corte 2).

 

 

 

 

 

 

 

 


 

ACTO SEGUNDO

Cuadro primero

escena II


4. Contra un poder tan tirano.

Es la tercera alocución de Juan (30 versos), de la escena II (Dichos, menos Tomaso), del Cuadro primero.

Le ha puesto música el cantautor cubano Héctor Luis de Posada (Morón, Cuba, 1960), que la presentó, con el título “Contra un poder tan tirano”, al concurso de canciones “Una canción para Miguel”, celebrado en 2009, en el Centro Cultural Pablo de la Torriente de la Habana, para conmemorara el centenario del poeta, quedando en tercer lugar.

Fue editada en el disco cubano de 2009: “A guitarra limpia. Una canción para Miguel” (corte 6). Aquí podemos escuchar el tema:

 

Contra un poder tan tirano

que sólo el daño apetece,

el hombre que es hombre crece

por el alma y por la mano

 


ACTO TERCERO

Cuadro segundo

escena III

 

5. Lección de vinos.

Estos versos lo dicen Lucio y Roque en la escena III del cuadro segundo (Taberna) del Acto tercero. Son los versos 577-640.

 

Esmeralda Graó le pone música a estos versos en su libro CD "En Orihuela, su pueblo y el mío...con quien tanto quería" (corte 3). El título está tomado del verso 637 de Roque: "Me has dado lección de vinos".