Si
nos ceñimos a lo expuesto en su diario, por Carlos Morla Lynch (París, Francia, 1888 - Madrid, 1969), encargado
de Negocios de la embajada de Chile en Madrid en los años 30, publicado por
primera vez (aunque expurgado), en 1958 por Aguilar, (aunque usaremos la
edición de 2008 de Renacimiento), la primera puesta en música de un poema de
Cernuda lo realiza él en Madrid, en julio de 1933, en concreto, en la calle
Alfonso XII 48, la vivienda de Morla que daba al parque del Retiro. En dicho
diario, bajo el título “Don Manuel Azaña y Federico”, nos dice:
Se
charla en el salón y luego se dan a conocer [a Manuel Azaña,
en aquellos momentos, Presidente del Gobierno Provisional de la República
Española, a Cipriano Rivas Cherif y sus respectivas mujeres, Dolores Rivas
Cherif y Carmen Ibáñez Gallardo] las
melodías que me han inspirado los poemas de Federico. He creado tres más sobre
obras de mis amigos: “Estoy cansado”, de Luis Cernuda; “Ausencia” de Manolito
Altolaguirre, y “El aviador” de Rafael Alberti.
Azaña
se interesa y me pregunta cómo se genera mi inspiración. No lo sé. Solo
compongo música cuando tengo ganas de hacerlo, espontáneamente, muchas veces
sin saber exactamente lo que hago, influido por una emoción, por una poesía que
me ha conmovido o por un paisaje. Casi podría asegurar que estas canciones se
generan solas. (p. 358).
Hasta esos momentos, Cernuda solo había
publicado los libros Perfil del aire
(Málaga, 4ª suplemento de Litoral, 1927) y Donde
habite el olvido (Madrid, Signo, 1931). Ninguno de esos libros contenía el
poema mencionado, que se editó, dentro de la sección Un rio, un amor [1929] (es el poema 11), en el libro La realidad y el deseo (Madrid, Cruz y
raya. Ediciones del Árbol, 1936).
Morla
conocía el poema a través de la antología poética de Gerardo Diego (asiduo
también a sus tertulias de su casa) titulada Poesía española. Antología
1915-1931 (Madrid, Signo, 1932), p. 456, donde se editó el poema por
primera vez (la antología contenía 20 poemas de Cernuda). Carlos Morla dice del poeta en otra sección de su diario, que el día que lo conoció: “Me cautivó ese día todo en él, su estampa, su expresión y sus
creaciones”. Algo que no fue correspondido, pues en carta al poeta
portugués Eduardo de Andrade en 25 de mayo de 1958, comenta sobre Morla que: “guardo recuerdo poco agradable.
También
pudo haber consultado la antología La
invitación a la poesía (Madrid,
La tentativa poética, 1933), editado por Manuel Altolaguirre, y publicado el 27
de enero de 1933, que contiene 19 poemas de Cernuda (Estoy cansado es el sexto poema de los de Cernuda).
El
14 de febrero de 1938, Cernuda parte hacia Londres, abandonando el territorio
español (que no volverá a pisar). Comienza entonces la difusión de su poesía
por América, mucho mas que en España, a través de los exiliados españoles de su generación, allí
establecidos. En Gran Bretaña, prepara la segunda edición de La realidad y el deseo, que se edita en
México (Editorial Séneca, 1940), propiedad de José Bergamín (que se ha
establecido en ese país americano). Incluye en él, la sección Las nubes, creado con poemas realizados
entre España y Gran Bretaña.
De esta última y nueva parte del libro,
toma en 1942 el compositor y pintor mexicano (pero de padres españoles), Salvador Moreno Manzano (Orizaba,
Veracruz, México, 1916 - Ciudad de México, 1999) el poema Violetas (poema 29 de la sección; p. 311 P. C.) para ponerle música. Cuando contaba
cuatro años de edad, la familia de Salvador se traslada a la capital mexicana.
En 1934, con 18 años, ingresa en la “Escuela nocturna de arte para trabajadores
Nº 1”, donde estudia y en 1937 se inscribió en el Conservatorio Nacional de la
Música, comenzando a componer canciones con gran destreza formal y originalidad
lírica y armónica, como el poema Definición
de la poeta romántica mexicana Josefa Murillo Carlín. En 1938 la soprano Sonia
Verbitzky interpretó por primera vez en público sus obras basadas en poemas de
García Lorca, y ese mismo año el propio autor dio a conocer sus primeras obras
para piano, en un recital en Radio Universidad Nacional Autónoma de México. En
1941 dos de las principales sopranos mexicanas de la época, Irma González y
Lupe Medina, cantaron obras suyas sobre poemas de Ramón Gaya, Edmundo Báez, Garcilaso
de la Vega y Fray Luis de León, en el Palacio de Bellas Artes, acompañadas por
Moreno al piano.
Es
por estas fechas cuando comienza a conocer la poesía de los exiliados españoles
en México Le pone música en 1941 al poema Una
paloma, de Emilio Prados y, tras haber leído la edición de Séneca, y
haberse identificado con la poesía de Cernuda, le puso música al poema Violetas, a la edad 26 años. Por estas
fechas conoce a Juan Gil-Albert, poeta valenciano exiliado en México,
secretario de la revista Taller
dirigida por Octavio Paz.
Al
año siguiente, Rafael Alberti, que se ha establecido en Argentina, y sin la
autorización de Cernuda, edita como libro independiente, la sección Las nubes de La realidad y el deseo (Buenos Aires, La rama de oro, 1943).
Y un joven compositor argentino llamado Carlos Vicente Guastavino (Santa Fe, 1912
- 2000), lee este poemario y se identifica plenamente con su poesía.
Guastavino, de familia de músicos, debutó a
los cuatro años Y Aprendió música popular rural, de manera espontánea. Estudio Ingeniería
Química en la Universidad Nacional del Litoral sin abandonar su actividad como
concertista de piano. En 1937, tomó la decisión de dedicarse exclusivamente a
la música. Con una beca del Ministerio de Instrucción Pública de su provincia,
prosiguió estudios de perfeccionamiento en la capital argentina. Ya establecido
en Buenos Aires, tras un paso fugaz por el Conservatorio Nacional de Música,
continuó sus estudios de forma privada, con el compositor y pedagogo Athos
Palma.
“Las nubes. Tres canciones de Luis Cernuda” lo editó en septiembre de
1944 (con 32 años), y era un tríptico de canciones compuesta por:
1. Jardín antiguo. Poema 23º del libro (p.
297 P. C.)
2. Deseo. Poema 24º del libro (p. 297 P.
C.)
3. Alegría de la soledad. Poema 18º del
libro (p. 288 P. C.)
El
tríptico fue estrenado el 30 de octubre de 1944 en la sala Odeón (calle
Esmeralda 367) de Buenos Aires, propiedad del empresario J. P. Carambat, por la
soprano española Conchita Badía (Concepción
Badía de Agustí: Barcelona, 1897 - 1975), que estuvo exiliada en Argentina
hasta noviembre de 1946, fecha en que decide regresar a Barcelona. Le
acompañaba al piano el propio compositor. Los tres poemas de Las nubes se interpretaron en segundo
lugar, junto a poemas de Blanca Leonor Varela, Gabriela Mistral, Fernando
Silva, Juana de Ibarbourou y Rafael Alberti, con música del mismo autor, según
el programa de mano conservado en el Archivo Manuel de Falla (Reg. 7.086), y
recogido por Pilar Pérez-Iñigo Rodríguez en su Tesis Doctoral inédita: “Carlos
Guastavino. Historia de vida, análisis de su obra sobre los poetas españoles de
la Generación de 27”.
Se conserva asimismo, en el archivo Manuel de Falla de Granada, dos cartas de Carlos Guastavino. La primera, de noviembre de 1944, le dice que una de las canciones se la dedicado a él:
Mi muy querido y venerado maestro:
En un paquete aparte, junto con otras
dos pequeñas canciones, recibirá usted un ejemplar de la obra “Las nubes”,
recientemente editada. Son tres poemas del mismo autor, Cernuda, que forman una
pequeña serie. La primera de ellas, “Jardín antiguo”, respondiendo a un sentido
de admiración profunda ante usted, querido maestro, y ante su obra, tan hermosa
y sincera, me he tomado la libertad de que apareciera dedicada a usted. Le
ruego ahora que acepte este mi pequeño homenaje y vea en él mi más hondo
sentimiento de afecto y respeto.
Archivo
Manuel de Falla. (Reg. 7.086).
En
la segunda, fechada el 15 de diciembre de 1944, le envía a Falla el programa de
mano del estreno.
También en 1944 Guastavino, interesado por
los poemas de Cernuda, compraría la edición mexicana de La realidad y el deseo de 1940 y le pondrá música al poema Déjame esta voz para canto y piano (p.
184 P. C.), poema 14º de la parte IV: Los
placeres prohibidos [1931] que, aunque escrito en España, hace mención a la
pampa argentino.
Déjame
esta voz que tengo
lo
mismo que a la pampa le dejan
sus
matorrales de deseo,
sus
ríos secos colgando de las piedras.
En 1945 vuelve a Cernuda, con otros tres
poemas musicados. Se trata de “Tres canciones sobre poesías de Luis Cernuda”
para canto y piano, tríptico que consta de:
1. Violetas (p. 311 P. C.). Poema 29º de Las nubes.
2. Pájaro muerto (p. 312 P. C.). Poema 30º
de Las nubes.
3. Donde habite el olvido (p. 207 P. C.). Es
el poema IX [Era un sueño, aire], de la sección IV (del mismo título), del
libro La realidad y el deseo.
Y también en Argentina y ese mismo año,
otro compositor se fija en sus poemas. Se trata del Isidro Maiztegui (Isidro Buenaventura Maiztegui Pereiro: Gualeguay,
Entre Ríos, Argentina, 1905 - Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina, 1996),
que edita su ciclo “... Del amor y soledad” para canto y flauta (Buenos Aires,
1945), compuesto por siete canciones sobre poemas de: Juan Ramón Jiménez; Gil
Vicente; Pedro Salinas; Luis de Góngora; Antonio Machado; Garcilaso de la Vega
y Luis Cernuda, del que pone música al poema Deseo, de Las nubes, que ya le había puesto música el año anterior,
su paisano Guastavino. Maiztegui, que en 1927 estaba estudiando
en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires, abandona esta
carrera e ingresó al Conservatorio Nacional de Música y Declamación (1930),
para abocarse en forma exclusiva a su verdadera vocación. Tuvo por maestros a
Athos Palma (armonía), José Gil (contrapunto) y José André (composición). Fue maestro
sustituto en el Teatro Colón (1931-1938) y a partir de 1933 se dedicó también a
la composición de música para películas. Vicedirector del Conservatorio de la
Universidad Nacional de Cuyo (1940 - 1944) y director del coro de la Asociación
Juan B. Justo del Consejo Nacional de Educación (1945-1952).
La obra fue estrenada en Buenos Aires, en 1945,
por la Asociación Amigos del Arte, por la soprano Dora Berdichevsky (Buenos Aires, 1917 - La Tablada, Buenos Aires, 2012)
y la flauta de Vicente Martucci.
En
julio de 1945, Luis Cernuda comienza a residir en Londres y trabaja dando
clases en el Instituto Español (dependiente del gobierno de la república de
Negrín). Ese año envía el manuscrito de Como
quien espera el alba a la Editorial Losada de Buenos Aires.
En
1947 edita en Argentina el libro Como
quien espera el alba (Buenos Aires, 1947). Ese año el British Council le
concede a Carlos Guastavino una beca en Londres, y tiene la ocasión de conocer
al poeta al que le ha musicado siete poemas (anteriormente, había tenido
correspondencia con él para pedir autorización para usar sus poemas). En una
entrevista realizada por Pilar Pérez-Iñigo Rodríguez para su tesis doctoral
(ver bibliografía) el día 15 de julio de 1995 (tenía entonces el compositor 83
años), nos decía de ese encuentro:
Ah, sí, en cambio Cernuda era un
ángel. Un hombre introvertido, feo muchacho, tenía unos ojazos grandes,
saltones, que se le salían un poco de las órbitas, pero uno se olvidaba de todo
charlando con él. Si, lo conocí en Londres. Él estaba exilado allí, y sufría
mucho por el clima.
Yo
ya le había escrito anteriormente para pedirle autorización para escribir las
canciones sobre sus poemas, y en Londres tuve el placer de conocerlo
personalmente. Era un hombre joven, triste..., al poco tiempo de volverme yo a
la Argentina, él se fue a los EE UU, porque estaba cansado del frío. De ahí
también se fue, quizá por el idioma (aunque él dominaba el inglés), a Méjico,
donde murió joven, a los cuarenta y tantos, muy joven [realmente,
murió con 61 años].
No sabemos si Cernuda
escucharía estas canciones sobre sus poemas, ni su opinión al respecto. El
poeta se marcha de Londres en septiembre de 1947, para instalarse en Mount
Holyoke College, la universidad privada de artes para mujeres, situada en South
Hadley, (Massachusetts, EE.UU.), donde va a dar clases ese curso, sobre literatura
española.
SALVADOR MORENO (1947) |
A
su regreso, le escribe a Salvador Moreno, diciéndole que quiere regresar a
México por las vacaciones de navidad para librearse del frio y la nieve de Massachusetts,
pero se le frustran los planes. Le envía libros (seguramente Como quien espera el alba, editado dos
años antes en Argentina), y comienza una relación epistolar con él de la que se
conservan 12 cartas en el archivo familiar de los herederos de Salvador Moreno.
La mayoría de estas cartas fueron editadas en 1981 por Fernando Ortiz, y
recogidas por James Valender en su Epistolario1924-1963
(ver bibliografía).
En
1950, Cernuda comienza su última sección de La
realidad y el deseo, a la que va a titular Con las horas contadas y también comienza Variaciones sobre tema mexicano, prosa poética sobre sus
impresiones y vivencias en ese país.
El 31 de junio, parte hacia Nueva York y México
en coche, para pasar de nuevo allí, sus vacaciones de verano. Le comunica a Salvador
Moreno que llegará sobre el día 26 o 27 (regresará en septiembre). Éste compone
sobre estas fechas, la que será su segunda canción sobre un poema de Cernuda.
Se trata de Mutabilidad (p. 344 P.
C.), poema 14º del libro Como quien
espera el alba [1941-1944], editado tres años antes (en 1947) en Argentina,
y que más tarde formaría la sección VIII de La
realidad y el deseo.
El 6 de junio de 1951, regresa de nuevo a
México en avión y el 16 de octubre, asiste a un concierto de despedida de Salvador
Moreno, que se va a París para asistir, como oyente, a los cursos que imparte Darius
Milhaud. Ramón Gaya escribe un texto para el programa de mano. Cernuda
permanece en México hasta diciembre, en que irá a Cuba hasta enero de 1952 (en
noviembre de ese año regresa de nuevo), y Moreno, acompañando a la soprano Sonia Verbitzky, ofrece en Francia ese
año, un recital con canciones suyas en el Festival de Musique Mexicaine en la
Casa de la UNESCO de París, por lo que los poemas de Cernuda pudieron oírse en la
capital francesa.
En 1954 regresa Moreno a México, donde es
nombrado presidente de la Asociación Musical Manuel M. Ponce y la Universidad
Nacional Autónoma de México edita un libro con todas las canciones compuestas
por él hasta el momento (Primera antología de canciones: 1937-1950, UNAM, 1954;
la de Cernuda es la canción 12ª), donde está incluida la partitura de Violetas.
También ese año, los dos
trípticos de Carlos Guastavino se editaron en Argentina por Ricordi Americana.
En México, ese año ofrece un recital la soprano María Bonilla (Cuautempan, Puebla, 1902 - 1990), acompañada al piano por el propio Salvador Moreno, con todas estas canciones y se edita un disco LP con ellas. A propósito de esta grabación, nos dice Miguel Melgarejo:
En México, ese año ofrece un recital la soprano María Bonilla (Cuautempan, Puebla, 1902 - 1990), acompañada al piano por el propio Salvador Moreno, con todas estas canciones y se edita un disco LP con ellas. A propósito de esta grabación, nos dice Miguel Melgarejo:
Una
mañana, dentro del Conservatorio Nacional de Música, entra de improviso a su
salón de clases, el compositor Salvador Moreno, buscando a Irma González. La
maestra [María Bonilla] le
pregunta al joven si se le ofrece algo, a lo cual él tímidamente le responde
que acaba de terminar de componer su “Antología de canciones” y que busca a
Irma para ver si ella estaría dispuesta a cantar su obra. Inmediatamente, la
señorita Bonilla le ofrece cantar ella misma la obra y de esta forma estrenan
ambos las bellas canciones de este gran compositor.
Por último, después de estrenar en
México la Primera Antología de Canciones de Salvador Moreno, graba al lado del
propio compositor las Canciones de dicha antología, esta vez con Grabaciones de
la Asociación Musical Manuel M. Ponce, A.C., es de notar la maestría con que
María canta las 4 canciones en náhuatl.
Miguel
Melgarejo: María Bonilla, vida y obra. En: Encuentro Universitario de la
Canción Mexicana. 10 de agosto de 2011.
En
1955, Salvador Moreno se establece
en Barcelona, para asistir a los cursos de composición de Cristófor Taltabull y
aparece la partitura de la canción en el número 9-10 (agosto-noviembre de 1955)
de la revista poética “Cántico” de Córdoba, p. 52-53, número especial, homenaje
a Luis Cernuda (en 2001, la editorial Renacimiento de Sevilla, editó esta
revista en edición facsímil).
Al
año siguiente se edita la partitura de Déjame
esta voz (Buenos Aires: Ediciones Ricordi Americana, 1956).
Se
edita en México, en noviembre de 1962, el libro Desolación de la quimera (México, Joaquín Mortiz, 1962), Cernuda continúa
escribiendo a salvador Moreno a Barcelona, donde le cuenta la edición del nuevo
libro y le comenta que él nunca va a regresar a España.
En
1963, pocos meses antes de morir Cernuda en México, se editó la partitura del
poema Violeta en España, en la publicación
“Canciones de Salvador Moreno” (Barcelona, RM, 1963); es la canción 6ª.
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relacionadas:
LUIS
CERNUDA Y LA MÚSICA I: POEMAS ESPAÑOLES
LUÍS
CERNUDA Y LA MÚSICA II: POEMAS DEL EXILIO
LAS
CANCIONES INFANTILES DE LUIS CERNUDA
BIBLIOGRAFÍA:
MORLA LYNCH, Carlos: En España con
Federico García Lorca. Sevilla, Renacimiento, 2008.
MORENO, Salvador: Primera antología de
canciones, 1937-1950. México, UNAM, 1954.
CERNUDA, Luis: Luis Cernuda. Epistolario
inédito. Edición de Fernando Ortiz. Sevilla, Ayuntamiento, 1981. ISBN:
84-500-4650-5
---. Epistolario 1924-1963. Edición
de James Valender. Madrid, Residencia de estudiantes, 2003. ISBN: 84-95078-15-5
---. Obras completas: I Poesías completas.
Edición de Derek Harris. Madrid, Siruela, 1993. ISBN: 84-7844-187-5
MANSILLA, Silvina Luz: La obra musical de
Carlos Guastavino. Circulación, recepción y mediaciones. Buenos Aires, Gourmet
Musical, 2011. ISBN: 978-987-22664-9-3
PÉREZ-ÍÑIGO RODRÍGUEZ, Pilar: Carlos
Guastavino. Historia de vida, análisis de su obra sobre los poetas españoles de
la Generación de 27. Tesis Doctoral (inédita) dirigida por Ubaldo Martínez
Veiga y Alfredo Vicent López. Universidad de Sevilla. Departamento de Historia
del Arte, 2004.
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