Este
domingo de carnaval, vamos a recordar la labor poética de Antonio Burgos
(Sevilla,
1943), escritor y periodista sevillano que colaboró con Carlos Cano en los años
80 para componer unas bellas letras que enriquecieron la trayectoria musical de
uno de los cantantes más representativos de nuestra cultura andaluza.
Una de las más famosas, la Habanera de Cádiz nos servirá, además, como homenaje a esta ciudad andaluza de la gracia, que estos días celebra sus fiestas más famosas. Antonio Burgos ha dicho siempre que la letra de la habanera fue “una declaración de amor a Cádiz”.
CARLOS CANO:
A Carlos
Cano (Granada, 1946 - 2000), ya le había hecho Antonio Burgos, la presentación de su primer
LP: “A duras penas” (Movieplay, 1976). En esa ocasión nos dice Antonio Burgos:
“Entregada a la ideología dominante, a
Andalucía le habían quitado la voz, y lo que fue la grandeza de la copla del
pueblo se quedó en la anuladora mirada de la niña en el rio, en el triunfalismo
del vino, del aguardiente, y de las mujeres bonitas, en la opresión del rosario
con los dientes de marfil. El pueblo andaluz había perdido su copla, su voz, su
esperanza, su alegría, en el lento tren de la emigración, en la esquina de los
paraos, en los taconazos pintureros del boto señorial. Ahora Andalucía empieza
a recobrar su futuro y le llega su canción con Carlos Cano, quitando penas,
quitando hambres. Porque las canciones de Carlos Cano no son más que una
contribución solidaria a esta lucha colectiva que Andalucía ha emprendido con
su liberación”.
El primer disco LP en el que colabora con
Carlos Cano es “Cuaderno de coplas” (1985). En el corte A4 graba las Habaneras de Cádiz y, según González
Lucini, “fue el inicio de una nueva etapa en la carrera artística de Carlos
Cano que comienza en 1983”. Carlos cambia de compañía discográfica, de
arreglista (Gualberto García, guitarrista del pionero grupo sevillano de rock
Smash). Es cuando comienza Carlos Cano a interpretar copla clásica.
El escritor Antonio
Gala en la carpeta del LP nos dice con respecto a sus canciones: “Se mece de la ternura a la ironía, de la
majestad a la malicia, de la historia al pregón, de la rebeldía al carnaval,
del llanto a la meloja”.
HABANERAS DE CÁDIZ
La segunda colaboración fue dos años más
tarde en “Quédate con la copla” (1987). Este disco supuso un cambio de casa
discográfica y de arreglista: Carlos Montero (cantante argentino cuyo verdadero
nombre es Juan Carlos Zamboni). En ella introduce cuatro composiciones de
Antonio Burgos:
Corte A2: Proclamación de la copla.
Corte A5: Copla de los seises.
Corte B1: Habaneras de Sevilla.
Corte A5: Pasan los campanilleros.
Todas con música de Carlos Cano, menos la última,
que se toma como música una marcha procesional de la semana santa de Sevilla
que es del maestro Farfán.
PROCLAMACIÓN DE LA COPLA
COPLA DE LOS SEISES
HABANERAS DE SEVILLA
PASAN LOS CAMPANILLEROS
Al siguiente año se produce su última
colaboración con Antonio Burgos, en el LP “Luna de abril”, en el que aparecen
dos canciones (con música de Carlos Cano):
Corte A4: Sevillanas de Chamberí.
Corte B4: Caridad del cobre.
GRABACIONES DE ESTAS VERSIONES:
De
los cantantes que han grabado versiones de estos temas se encuentra María Dolores Pradera (María Dolores
Fernández Pradera: Madrid, 1924 - 2018),
que popularizó las Habaneras de Cádiz
al grabarlas en su LP “Reverdecer” de 1986 (corte A1).
Dos
años después, en el LP “A mis amigos” (1988), canta las Habaneras de Sevilla, pues uno de “sus amigos” era Carlos Cano.
“Estaban
hechos el uno para el otro. Como escribí aquella letra, sé mejor que nadie que
Carlos Cano descubrió las hermosuras de nuestras “Habaneras de Cádiz” la noche
que se la escuchó cantar a María Dolores Pradera. Aquel día que la escribimos
no lo sabíamos, pero estábamos en realidad haciendo una canción de María
Dolores Pradera como ahora quizá ella no lo haya sabido, pero ha dado nueva
vida a las canciones de Carlos Cano, al que oímos cantar de emoción en esos
silencios que también están en la partitura de sus canciones. Desde la
melancolía, como en una larga nana para despertar a un hijo que se le ha
muerto, María Dolores Pradera ha hecho posible la imposible habanera de Carlos
Cano”. Antonio Burgos: “Una habanera posible para Carlos Cano”.
Otros
cantantes que han grabado las “Habaneras de Cádiz” son: Liuba María Hevia, en
el CD “Habaneras del tiempo” (corte11) y en el CD “Ángel y habanera” (corte
13). Y Gonzalo Reig (antiguo componente del grupo “Los Calchakis”), en el CD
“Que no calle el cantor” (corte 7).
LAS HABANERAS DE CÁDIZ CUMPLEN SUS BODAS
DE PLATA. -
A
continuación, voy a reproducir un artículo aparecido en la prensa gaditana
hablando de estas “Habaneras de Cádiz” (La Voz de Cádiz, 4 de octubre de 2009):
El festival de habaneras que llegó por
primera vez al Falla la semana pasada lo tenía todo para celebrarse en
Barcelona. No ocurrió. Los responsables de actividades de la UNED cambiaron el
escenario. Habían sabido de una canción de nostalgias y lejanías, de mar y de
horizontes: Habaneras de Cádiz. No
hacen falta presentaciones.
En Internet, en los escenarios de los
bares, las barras del Carnaval y en las cabezas de los gaditanos de dentro y
los del exilio, nativos y adoptados, suena el comienzo de un tango que parieron
los versos de Antonio Burgos y los acordes de Carlos Cano. “Desde que estuve,
niña, en La Habana no se me puede olvidar tanto Cádiz ante mi ventana, Tacita
lejana, aquella mañana pude contemplar...” A solas. La cantaban sin orquestas,
ni bandurrias, ni bateas, más que las que los sostenían en su cabeza.
Matalascañas, 1984. Nacía un himno.
“Una vez fue que me movió la luz del faro,
y le escribí a Cádiz un poema de amor -explica el escritor sevillano-. Y una
vez fue que Carlos Cano le puso música a aquel poema de amor, porque en la
lejanía de las mulatas del Tropicana habíamos recordado a la misma novia,
Tacita, lejana Y una vez fue que Cádiz entero se puso a cantar aquella copla”.
LA CREACIÓN:
Ese es el resumen literario, aunque la
cosa pasó de manera parecida. “Carlos Cano -fallecido en 2000- quería que
hiciéramos un trabajo juntos hacía mucho tiempo”, cuenta Burgos. Claro, que los
viajes tienen finales inciertos. Ambos habían viajado a La Habana por su lado y
ambos habían venido con los ojos llenos “no de Cuba, sino de Cádiz”. Nunca
vieron tanto Campo del Sur “como en el Malecón” y allí se encontraban con una
Andalucía no real, pero sí soñada. “La Cabaña recordaba a la Torre Tavira” y
las caderas de las mulatas del Tropicana “tenían un algo de pecadoras grupas de
las periquitas del Pay pay”.
Así que escribieron la habanera, primero
la letra y después la música, pero “había que meterse en Cádiz”. Burgos se
había metido musicalmente una noche que vio por televisión el certamen de
habaneras de Torrevieja. “Aquello sonaba a coro, más sin gracia”.
Volvió a José María Pemán en un librito
con el texto de La viudita naviera, que tenía varias habaneras. “Sólo había que
cogerle el compás, como quien escucha un cuplé en una tienda y se lo quiere
aprender. De allí salió el ritmo interior de la habanera, una idea métrica”.
Le faltaba la gracia, así que se acordó de
Lola Flores vestida de La Legionaria de Quiñones, del brazo de Jesús Fernández
Palacios y de lo que le contó Carlos Cano. A la vuelta de cantar en la Cuba de
Batista, había dicho aquello de “Hijo, esto es como Cádiz, pero con más negros
y con más palmeras que las que hay en el Parque Genovés”. La Habana ya era
Cádiz con más negritos, Cádiz la Habana con más salero.
Burgos le había leído la letra por
teléfono. Otoño 1984. Mataban a Indira Gandhi, se recrudecía el conflicto de
Astilleros y los dos autores decidieron pasar un fin de semana en el Coto de Doñana,
en Matalascañas, a “rematar y componer”.
Carlos
iba componiendo verso a verso la música “ante la misma mar de Cádiz”. Una hora
después, la habanera estaba compuesta. Entonces la cantaron los dos. “Nunca un
coro ha tenido menos voces, pero más enamoradas que aquellas dos”.
LA SORPRESA:
Entonces, ninguno de los dos se imaginaba
el alcance de lo que acababan de conseguir. Ni barruntaba el sevillano que
Cádiz le daría una calle entre El Mora y la Caleta y el título de Hijo
Adoptivo. No lo sabía, y menos desde que ni la propia casa en que Carlos Cano
grabó la primera versión “no les dio la menor importancia frente a otras de
Cuaderno de coplas”. Estaba metida “de relleno”, frente a otra con más
proyección comercial.
Sin embargo, el single que la compañía envía
a la ciudad es desde el primer momento un pelotazo en Cádiz. En febrero, el
Coro de La Viña lleva el estribillo en su popurrí de La Plastilina, con la
letra de Antonio Martín. Burgos recuerda cómo, después, una noche Alejo García
la pinchó en la Espuela, grabada por María Dolores Pradera.
LAS VERSIONES:
Ya era más que un pelotazo. Muchos y muy
distintos se dejaron seducir por las Habaneras, la cantaron y grabaron sus
propias versiones. María Dolores Pradera, Pasión Vega, Chano Lobato, Nati
Mistral, Los del Río, la coral polifónica Canticum Novum, Coral San
Buenaventura; los grupos mediterráneos de habaneras Por Bou, Nubiola, Mar
Endins, Aires del Vallés, Agua Dulce, Arrels de la Terra Ferma, Mestre d'Aixa y
Els Cremats, la comparsa España La Nueva, entre muchas otras agrupaciones
carnavalescas, Liuba María Hevia. De la larga lista, las dos versiones
preferidas de Burgos fueron las de María Dolores Pradera y la que hizo el año
de La Torcida el coro de Julio Pardo, que acompañó en multitud de ocasiones
tanto a Cano como a María Dolores Pradera.
No da una cifra exacta de lo que le dejaron
aquellos 42 versos en derechos de autor. Lo habitual en España, “poco”. Y
recuerda lo que le dice Felipe Campuzano que, si vivieran en Estados Unidos,
viviría de Las salinas y Burgos de las Habaneras. “Y estaríamos todo el día
rascándonos la barriga en un pedazo de piscina en Beverly Hills”.
Los premios fueron otros. La calle, el
título de Hijo Adoptivo de la ciudad, el pregón del Carnaval. “Total, por un
piropo que escribí. Como la noche en la canción de Ana Belén, creo que a Cádiz
se le fue la mano conmigo. Sobre todo, que los gaditanos me consideren paisano”.
Un honor. Así considera el autor que sus
Habaneras entre en el círculo glorioso de los himnos que elige una ciudad, no
los que vienen impuestos. “Sobre todo pensando que los otros himnos oficiosos
son Los duros antiguos, o Gaditana de La Fantasía de Quirós, sin olvidar Me han
dicho que el amarillo de Manolito Santander”.
Si tuvo el premio de la ciudad adoptiva,
también sufrió la pelusa de la nativa. «Sevilla tiene guasa porque, aunque se
tiene por la Ciudad de la Gracia, es la Ciudad de la Guasa». Aunque no vino de
ahí lo de la “segunda salida de Don Quijote en versión de El Bati”, que fue
Habaneras de Sevilla. Tarde. Las habaneras ya eran las de Cádiz, aunque fueran
un tango, «la misma manera, tan dulce y galana y el mismo compás». Desde
entonces lo canta ya un coro en la plaza.
Nadie sabe, excepto el autor de aquellos
versos, cuando se dio cuenta de lo que había parido. Pero era el texto de su
vida. Pasados los años, con la dimensión y el horizonte del tiempo, si tuviera
que salvar un solo folio de los cientos de miles que ha escrito, “sería ese”.
Y yo, Cádiz, te dedico y te lo explico
por qué te canto este tango que sabe a
mango,
de esta manera esta habanera
de piriñaca y de Carnaval...
Son de chirigota, sabor de melaza,
Guantánamo y Rota...
¡Que lo canta ya un coro en la plaza!
DISCOGRAFÍA:
CARLOS CANO: Cuaderno de coplas, LP
(Ariola, 1985).
MARÍA DOLORES PRADERA: Reverdecer, LP
(1986).
CARLOS CANO: Quédate con la copla, LP
(CBS-Sony, 1987).
CARLOS CANO: Luna de abril, LP (CBS-Sony,
1988).
MARÍA DOLORES PRADERA: A mis amigos, LP
(Zafiro, 1988).
MARÍA DOLORES PRADERA: Toda una vida CD
(1995).
LIUBA MARÍA HEVIA: Habaneras del tiempo CD
(1995).
CARLOS CANO: De lo perdido y otras coplas,
CD (2000).
MARÍA DOLORES PRADERA: A Carlos Cano, CD
(BMG, 2001).
LIULA MARÍA HEVIA Ángel y habanera, CD
(2004).
GONZALO REIG: Que no calle el cantor, CD
(2008).
BIBLIOGRAFÍA:
GONZÁLEZ LUCINI, Fernando: … Y la palabra
se hizo música. La canción de autor en España (tres volúmenes). Madrid: Iberautor,
2006.
---. Carlos Cano. Gijón: Júcar: 1983.
TÉLLEZ, Juan José: Carlos Cano, una
historia musical. Madrid: Iberautor, 2003.
estoy hospedandome en un apartamento en buenos aires durante un mes y me gustaria poder comprarme algun libro de Burgos.. es muy buen escritor.. espero conseguir alguno
ResponderEliminar