PRESENTACIÓN:
El jueves 12 de mayo, a las 18,30 horas,
en la librería “El Argonauta” de Madrid (calle Fernández de los Ríos, 50), se
presentó el libro “En torno a Manuel Castillo”, un trabajo que reúne diez artículos
sobre a la figura de este compositor, pianista y profesor sevillano (Manuel
Castillo Navarro-Aguilera: Sevilla, 1930 - 2005).
El libro ha sido coeditado por Libargo, el Conservatorio Superior de Música “Manuel Castillo” de Sevilla y la Universidad Loyola de Sevilla. En la presentación participaron: Julia Esther García Manzano (autora del libro y profesora de musicología en el Conservatorio “Manuel Castillo” de Sevilla; Jesús Pineda Arjona (autor y profesor de guitarra en el mismo conservatorio; Belén Pérez Castillo (del departamento de Musicología de la Universidad Complutense de Madrid) y Francisco Cuadrado Méndez (de la Universidad Loyola de Sevilla). Durante la presentación, Jesús Pineda Arjona interpretó sonata para guitarra del compositor sevillano.
El libro ha sido coeditado por Libargo, el Conservatorio Superior de Música “Manuel Castillo” de Sevilla y la Universidad Loyola de Sevilla. En la presentación participaron: Julia Esther García Manzano (autora del libro y profesora de musicología en el Conservatorio “Manuel Castillo” de Sevilla; Jesús Pineda Arjona (autor y profesor de guitarra en el mismo conservatorio; Belén Pérez Castillo (del departamento de Musicología de la Universidad Complutense de Madrid) y Francisco Cuadrado Méndez (de la Universidad Loyola de Sevilla). Durante la presentación, Jesús Pineda Arjona interpretó sonata para guitarra del compositor sevillano.
El
libro “En torno a Manuel Castillo” reúne una serie de artículos surgidos de las
ponencias del encuentro que el Conservatorio Superior de Música de Sevilla y el
Aula de Cultura de la Universidad Loyola Andalucía organizaron, entre los días
8 y 9 de abril de 2015, en torno a la figura del compositor, pianista y
profesor sevillano. El objetivo de este encuentro fue la revisión crítica de
las visiones estilísticas y generacionales que se encuentran en la reducida
bibliografía sobre el tema y sentar las bases para futuros estudios
musicológicos desde nuevas perspectivas. En el primer artículo, la profesora Julia
Esther García Manzano plantea la problemática de la historiografía española del
siglo xx y cómo ha determinado los cambios en la consideración estética del
compositor. En los siguientes, los profesores Jesús Pineda Arjona, Israel
Sánchez López, Elisa Pulla Escobar, Benito Mahedero Ruiz, Alberto Carretero
Aguado, Auxiliadora Gil Rodríguez y Mar Carrillo Donaire analizan diversas
facetas y obras. Por último, Pedro José Sánchez Gómez hace un recorrido
biográfico por la primera etapa formativa y creativa de Castillo y termina el
libro con la presentación del documental realizado por los profesores Alberto
Alpresa e Ignacio Delgado Zambrano.
MANUEL
CASTILLO Y LOS POETAS ANDALUCES
Los poetas de Andalucía han tenido una
importante presencia en la obra de Manuel Castillo, entre ellos, Luís de Góngora, Manuel machado, Juan Ramón Jiménez y Federico García Lorca. De Lorca, podemos mencionar la “Suite
del regreso” (1973) para voz y cuarteto de cuerda; la “Cantata del sur” (1975);
la cantata “Presencia infantil” (1979); la “Suite de los espejos” (1985) para
dos flautas y vibráfono y los “Cinco sonetos lorquianos” para tenor y orquesta,
son obras en las que los versos del poeta granadino le inspiraron para crear una
música que acompañara sus textos, en forma de obras vocales, líricas y corales.
De estas obras, solo se han grabado los
“Cinco sonetos lorquianos” para tenor y orquesta, que fueron compuestos entre abril
y mayo de 1986 por encargo del XXXV Festival Internacional de Música y Danza de
Granada, como homenaje en el cincuentenario de la muerte del poeta (en agosto
de este año celebraremos el 80º aniversario de su fusilamiento). Los cinco textos
elegidos, pertenecen a los llamados “Sonetos de amor”; se agrupan en una obra
que no quiere ser una serie de canciones yuxtapuestas. Sus distintas partes
constituyen un todo indivisible: Preludio, tres sonetos, Interludio y dos
sonetos. La obra se estrenó en 1986 en Granada, por el tenor Manuel Cid
(Sevilla, 1946).
Enrique Franco ha afirmado que en el más modesto de los compositores españoles o en el menos interesante, siempre podremos encontrar una canción de calidad. Esta afirmación, que es plenamente cierta, hay que matizarla en los últimos años ya que la música vocal ha cambiado mucho en su panorama. Ciertamente, la música vocal no sólo es la canción de concierto, pero ésta es o era una buena parte de ella. En este contexto veremos la obra vocal de Manuel Castillo, amplia y de importancia, que afecta tanto a la canción como a otros géneros. Salvo excepciones, excluiremos de este apartado la obra religiosa que conocerá tratamiento aparte.
Reproducimos a continuación los textos
del cuadernillo que acompaña a la grabación:
OBRA VOCAL:
Enrique Franco ha afirmado que en el más modesto de los compositores españoles o en el menos interesante, siempre podremos encontrar una canción de calidad. Esta afirmación, que es plenamente cierta, hay que matizarla en los últimos años ya que la música vocal ha cambiado mucho en su panorama. Ciertamente, la música vocal no sólo es la canción de concierto, pero ésta es o era una buena parte de ella. En este contexto veremos la obra vocal de Manuel Castillo, amplia y de importancia, que afecta tanto a la canción como a otros géneros. Salvo excepciones, excluiremos de este apartado la obra religiosa que conocerá tratamiento aparte.
Las “Tres canciones” de Juan Ramón
Jiménez y las “Dos canciones de Navidad”, ambas de 1954, son las primeras
aportaciones de Castillo al mundo vocal y de la canción. Arranque
verdaderamente afortunado y revelador de un magnífico pulso melódico y de una
sensibilidad muy cuerda, sobre textos de García Lorca. Y otro gran poeta
andaluz, Manuel Machado, es el protagonista de “Cinco poemas de Manuel Machado”,
para voz y piano, de 1974. Interesante la confrontación entre dos artistas
profundamente sevillanos pero de distintos tiempos. De muy distinto signo
poético, otro gran escritor andaluz, Luis Cernuda, es el protagonista de la “Balada
de Septiembre”, para soprano, clarinete y piano de 1976. La vuelta a Andalucía
del pasado más lejano, se hace de nuevo con Don Luis de Góngora con el Romance,
para cuarteto vocal (también hay versión para coro mixto) escrito en 1980.
También para cuatro voces es su vuelta a la canción gallega con “Tembra un Neno”
de 1985. Y de nuevo García Lorca será el protagonista de una de sus obras más
importantes en este terreno, los Cinco sonetos lorquianos, para tenor y
orquesta de cámara, de 1986. La extraordinaria precisión conque
la música aborda los textos lorquianos, en este caso tan lejanos de todo tópico
andalucista, la esencialidad del lenguaje y lo acerado de la expresión, hacen
de esta obra una de sus realizaciones más personales y atractivas de Castillo,
también una de las más difíciles de captar por públicos que sólo se queden en
lo epidérmico. Creo que la obra es tan importante, que el propio autor ha
reflexionado sobre futuras aportaciones vocales y por eso aún no ha producido
otra obra de ese género desde entonces.
CINCO SONETOS LORQUIANOS 1986:
Los poetas de Andalucía han tenido una
importante presencia en mi obra: Góngora, Juan Ramón Jiménez y por supuesto
Federico García Lorca. “Suite del Regreso” (1973) para voz y cuarteto de
cuerda, “Cantata del Sur” (1975), “Presencia infantil” (Cantata 1979), “Suite
de los espejos” (1985) para tres flautas y vibráfono, son obras en las que los
versos del poeta granadino me han sugerido páginas vocales e instrumentales.
CINCO SONETOS LORQUIANOS para Tenor y
Orquesta fueron compuestos entre Abril y Mayo de 1986 por encargo del XXXV
Festival Internacional de Música y Danza de Granada, como homenaje en el
Cincuentenario de la muerte del poeta. Los textos elegidos, pertenecientes a
los llamados “Sonetos de amor”, se agrupan en una obra que no quiere ser una
serie de canciones yuxtapuestas. Sus distintas partes constituyen un todo
indivisible: Preludio, tres sonetos, Interludio y dos sonetos. El tenor Manuel
Cid los estrenó aquel año en Granada.
El contenido de los poemas y el carácter
de la música han aconsejado el empleo de una orquesta sobria, que en ningún
momento se limita a acompañar al can-tante, sencillez de línea, armonía clara y
expresiva, lenguaje conciso. Los textos están tratados silábicamente, de forma
que la voz sigue el ritmo, inflexiones y, sobre todo, el contenido lírico de
los sonetos. Las palabras suscitan estados de ánimo que la música intenta
captar y recrear. Sería inútil buscar en esta partitura referencias directas al
folklore, frecuente en muchas obras de inspiración lorquiana. El andalucismo
puede encontrarse en un sentido más profundo, menos exterior y tal vez más
auténtico.
Grabaciones:
Cinco sonetos lorquianos; Concierto para
cello y orquesta; Sinfonía nº 2
CD (Almaviva-Junta de Andalucía.
Consejería de Cultura DS 0109, 1993).
1. Preludio.
2. Esa guirnalda.
3. De la dulce queja.
4. Llagas de amor.
5. Interludio.
6. Ay voz secreta.
7. El amor duerme.
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